Muchos de los seguidores del mítico anime original en el que se inspira la serie están muy descontentos con algunas de las decisiones que han tomado los guionistas.
La nueva serie se estrenó el pasado día 19 de noviembre y está interpretada por John Cho, Mustafa Shakir y Daniella Pineda como Spike, Jet y Faye, los tripulantes de la nave con el nombre más cool del mundo: Bebop.
Llevábamos meses escuchando noticias sobre la adaptación con actores reales de ‘Cowboy Bebop’, el mítico anime que se emitió en Japón en 1998, y finalmente ya la tenemos aquí, se estrenó en Netflix hace solo unos días.
El anime original fue absolutamente rompedor porque presentaba una visión del futuro que cautivó a los espectadores de medio mundo. La humanidad ha abandonado ya la Tierra y se ha lanzado a colonizar el Sistema Solar. Pero esa realidad está lejos de ser una agradable fantasía utópica: se parece más bien al salvaje oeste y está llena de violencia, pobreza y delincuencia.
Tratando de sobrevivir en este complejo mundo tenemos a Spike Spiegel, un cazador de recompensas con un oscuro pasado como asesino a sueldo y una historia de amor truncada que dejó su corazón hecho pedazos y lo hizo apartarse de la sociedad.
En su aventura a bordo de una nave llamada Bebop, a Spike lo acompañan sus compañeros Jet Black y Faye Valentine. Además de un perro, Ein, y la hacker Ed.
En su momento, la serie animada enseguida generó todo un fenómeno de culto a su alrededor por lo innovador de su enfoque y la personalidad de sus personajes, de ahí el interés por parte de Netflix de adaptarla utilizando actores reales. Pero adaptar un anime tan respetado y recordado como ‘Cowboy Bebop’ no es precisamente una tarea fácil y rápidamente han comenzado a llegar las malas críticas.
Pero no todo es malo, muchos han alabado la actuación de John Cho, que interpreta a Spike. El actor ha sabido captar perfectamente la esencia del personaje. También se ha alabado la interpretación de Mustafa Shakir haciendo de Jet Black. La banda sonora, al igual que la de la serie de dibujos animados, es impresionante y qué decir del Ein, el perro corgi que acompaña a la tripulación. Pero hasta aquí llegan las críticas buenas.
La serie original fue rompedora porque aportaba un enfoque adulto, sensual, elegante y totalmente nuevo al anime de los 90, mezclando elementos del cine negro, la ciencia ficción, las pelis de artes marciales y las del salvaje oeste, todo con sutiles toques de humor y drama muy bien compensados y nada estereotípicos.
Lo que vemos en la adaptación de Netflix recuerda muy vagamente a todo eso. Parece como si el equipo detrás de la serie hubiera pasado mucho más tiempo intentando emular el estilo visual de la serie, algo que realmente está muy conseguido (el tráiler sin lugar a dudas es casi lo mejor de la misma), que en montar un argumento que se sostenga narrativamente.
Los críticos han coincidido en que algunos episodios se alargan de manera innecesaria, sufriendo lo que se ha venido en llamar el “Netflix bloat”, que podríamos traducir como “la hinchazón de Netflix”, que a veces manufactura temporadas enteras que podrían haberse resumido en un episodio.
También que, en un afán excesivo de agradar a los fans de la serie original, hay demasiados “huevos de pascua”, casi uno por cada toma. Y los huevos de pascua nos encantan, pero hay que saber dosificarlos.
Por otro lado, las “sorpresas”, los giros de guión del argumento, se ven venir desde muchos minutos antes de que ocurran y, en fin, eso es de lo peor que se puede decir de una sorpresa.
Finalmente, los cambios que el equipo de guionistas han realizado en el final de la serie, para dejar la posibilidad de que haya una segunda temporada, que está casi asegurada, tampoco han dejado nada contentos ni a la crítica ni al público.
Por tanto, la nueva adaptación de ‘Cowboy Bebop’ se trata de un producto correcto pero que definitivamente no está a la altura de la serie original, presta mucha atención a los detalles visuales, pero falla a la hora de dar a los personajes y a la historia la profundidad que los hizo legendarios.
Fuente: Men’s Health ES